Un grupo de trabajadores/as del Marriott Renaissance Hotel de Seúl, que habían sido tercerizados y luego despedidos por haber combatido contra este trato, fueron reintegrados como empleados permanentes directos del hotel y compensados por los ingresos perdidos durante los nueve años que duró su lucha, demostrando que la resistencia sirve.
El 22 de marzo, 6 empleados/as de piso, miembros del Renaissance Labour Union, volvieron a su anterior lugar de trabajo como asalariados a tiempo completo. Su prolongada lucha comenzó en el año 2001, cuando más de cien empleados/as de piso fueron obligados a renunciar como trabajadores hoteleros directos y reemplearse mediante una empresa de tercerización instantánea con el 60% de sus salarios anteriores, si bien desempeñando el mismo trabajo.
Los trabajadores/as formaron una organización sindical, el Renaissance Labour Union, miembro de la afiliada coreana de la UITA - Federation of Service Workers' Unions (KFSU) – y presentaron una reclamación por prácticas laborales injustas. En mayo del 2004, una investigación realizada por el Ministerio de Trabajo determinó que la subcontratación constituía una "medida ilegal" (vale decir, la verdadera relación de empleo de los trabajadores/as era con el hotel como empresa contratante) y le ordenó al hotel emplearlos directamente. El hotel no lo hizo, por lo tanto, en noviembre del 2004 un grupo de trabajadores/as inició una demanda judicial acusando al hotel de retraso en el pago de los salarios – la diferencia entre lo que cobraban como empleados directos y lo pagado por la compañía de contratación de servicios. En represalia, la empresa subcontratada los despidió el 31 de diciembre del 2005.
El 1º de enero del 2006, los miembros del sindicato establecieron una línea diaria de piquete. Se realizaron manifestaciones sindicales periódicas – apoyadas por KFSU y la organización regional de la central nacional KCTU – frente al hotel a pesar de la orden judicial que autorizaba al hotel a reclamar a los trabajadores/as más de USD 20.000 por "daños" como compensación por supuestas pérdidas comerciales.
En noviembre del 2006, la Oficina de la Fiscalía Pública misteriosamente abandonó las actuaciones contra la dirección del Renaissance por incumplimiento de la decisión del Ministerio de Trabajo respecto a que la tercerización era ilegal. Los trabajadores/as debieron esperar hasta la sentencia del procedimiento civil y continuaron manifestándose a pesar de nuevas reclamaciones por daños y de la intimidación provocada por la policía antimotines.
En una decisión de julio de 2007, sobre el caso judicial contra el hotel, la corte confirmó con claridad que la tercerización era un fraude y ordenó que los trabajadores/as fueran reintegrados como empleados directos. Más aún, la corte ordenó al hotel pagar a cada trabajador alrededor de USD 1.400 mensuales hasta que sean reintegrados en sus cargos en el hotel, y ordenó que el mismo se hiciera cargo de cuatro quintas partes de los costos del procedimiento judicial.
El fallo judicial fue nuevamente negado cuando el hotel apeló la decisión ante la Alta Corte de Seúl. Pero ésta sentenció, en febrero, en favor de los trabajadores/as y ordenó su reintegro.
Aún quedan asuntos legales pendientes, con apelaciones concernientes a compensación y otros asuntos por resolver en la Suprema Corte. El sindicato KFSU y la UITA están observando detenidamente la situación. Pero un grupo de trabajadores/as que lucho durante nueve años para mantener su dignidad, respeto y principios, puede celebrar su reintegro como empleados directos del hotel donde todo comenzó – y todos aquellos que luchan contra el trabajo eventual o precario pueden celebrar con ellos.
El sindicato considera que el apoyo y la solidaridad internacional organizados a través de la UITA fueron cruciales para su triunfo, y agradecen a todos los que los apoyaron durante estos años.