Los Miembros del Parlamento Europeo, en una elección que se celebró en Estrasburgo el 8 de marzo, votaron abrumadoramente, sin distinción de partidos, la adopción de la propuesta de los Eurosocialistas en favor de un impuesto a las transacciones financieras (ITF) como una alternativa a la austeridad. El Parlamento aprobó un informe de la Socialista griega Anni Podimata, que propuso la aplicación de un impuesto del 0,05% sobre todas las transacciones financieras en el ámbito europeo, como un primer paso hacia su implantación a escala mundial.
La UITA ha recomendado durante más de una década un impuesto a las transacciones financieras con el propósito de frenar la actividad especulativa, sosteniendo que es sumamente factible su aplicación unilateral en los principales centros financieros, si bien la meta continúa siendo un impuesto mundial.
Europeos por la Reforma Financiera [1] – una iniciativa que la UITA secundó desde sus principios – ejerció presión sobre los Miembros del Parlamento en el período previo a la votación y logró generar más de medio millón de mensajes a los Miembros europeos del Parlamento.
Aún a un modesto 0,05%, los defensores del ITF estiman que el impuesto podría generar más de 200 mil millones de Euros en el ámbito de la UE – el doble del actual presupuesto de la UE – y por lo menos 650 mil millones si fuera puesto en práctica a nivel mundial.
Ahora la tarea será luchar por la concreta puesta en vigor del impuesto – y profundizar iniciativas similares en otros grandes centros de actividad financiera.
Los comentarios del Comisario Semeta de la UE, inmediatamente después del voto, reflejan la magnitud de la resistencia que enfrenta su aplicación. A pesar de los 529 votos afirmativos contra 127, Semeta declaró que es "irresponsable" y "prematuro" establecer un ITF en la Unión Europea.