Dos años después de Zhanaozen, el gobierno de Kazakstán prevé una ley para tener los sindicatos bajo un control total estatal

Como reacción al brutal asalto de la policía a los trabajadores del petróleo en huelga (in inglés) en la ciudad de Zhanaozen al oeste de Kazakstán hace dos años (ver enlace al artículo en el sitio), los sindicatos democráticos exigieron inmediatamente el establecimiento de instituciones legales para proteger y estimular la expresión y solución de los conflictos laborales sobre la base de la representación democrática y de autenticas negociaciones colectivas. Actualmente el gobierno autoritario de Nursultan Nazarbayev está procediendo a establecer un total control estatal sobre los sindicatos del país.

La propuesta de ley sindical recientemente presentada en el Majilis (Parlamento) recicla el proyecto enviado para “comentarios técnicos” a la OIT a principios de este año. La legislación propuesta fue fuertemente criticada por el Comité de Expertos de la OIT en un memorándum de junio de 2013 por su incompatibilidad con la libertad sindical. En particular, la OIT criticó aquellas secciones de la ley que exigen la afiliación y la subordinación vertical directa a las organizaciones nacionales sectoriales de los sindicatos territoriales, regionales y en lugares de trabajo. “Parece”, expresa el Memorándum, “que es imposible crear una organización sindical ‘autónoma’ a nivel del lugar de trabajo fuera de esta estructura predeterminada”. La OIT enfatizó que el proyecto de ley “introduce un monopolio sindical a escala sectorial, es decir, requiere que una organización sindical [sectorial] debe ser creada por al menos la mitad de todos los trabajadores/as u organizaciones [en el sector] o que dicha organización sindical deberá tener sus unidades estructurales en más de la mitad de las regiones y ciudades significativas del país y en la capital”.

Asimismo el Comité de Expertos subrayó los amplios poderes de la propuesta para prohibir sindicatos de trabajadores del sector público e imponer limitaciones estrictas sobre el derecho de las organizaciones sindicales a negociar y realizar huelgas.

Al fracasar en obtener la aprobación de la OIT para este intento de erradicar a las organizaciones independientes de trabajadores, el gobierno efectuó algunos retoques y actualmente ha vuelto a presentar un proyecto de ley que conserva las características señaladas por las críticas de la OIT.

Las organizaciones democráticas de trabajadores/as de Kazakstán –incluyendo las afiliadas a la UITA, a saber, la Organización sindical de trabajadores agroindustriales de Almaty, la Confederación de sindicatos libres de Kazakstán y la Confederación laboral de Kazakstán— perciben cabalmente esta propuesta de estructura monopolista como una amenaza directa a la libertad sindical, así como una violación a las normas laborales internacionales y a su capacidad de continuar luchando por los derechos y los intereses de sus miembros. Instaron al gobierno a revisar el proyecto y las enmiendas propuestas a efectos de incorporar las críticas fundamentales de la OIT. Están reclamando una reforma laboral capaz de proteger los derechos democráticos y civiles de los trabajadores y de alentar el desarrollo de sindicatos que puedan responder a las aspiraciones democráticas de los trabajadores y trabajadoras del país.

El destino de los prisioneros de Zhanaozen resalta la determinación de los trabajadores/as del país de luchar por sus derechos, la fortaleza del poder que confrontan y la necesidad del actual respaldo internacional.