Continúa la presión empresarial sobre trabajadores y sindicatos en Nestlé, la mayor compañía alimentaria del mundo.
¡Pulse aquí [1] para enviar un mensaje a Nestle!
La dirección de la fábrica de Nescafé en Panjang despidió a 53 de los 87 miembros de nuestra afiliada SBNIP (técnicamente, se les entregaron “cartas de renuncia”!) luego que el sindicato fuera a la huelga en apoyo de sus reclamos de negociación colectiva. La huelga fue el resultado predecible de cinco años de profunda frustración.
El 31 de marzo de este año, SBNIP y la dirección local de Nestlé firmaron un acuerdo (rubricado por UITA y la dirección empresarial de Nestlé el 28 de marzo) que finalmente abrió camino para que el sindicato negociara el convenio colectivo de los trabajadores de Panjang, incluso la negociación salarial que Nestlé había rechazado con determinación durante años.
Las negociaciones fueron difíciles y, eventualmente, llegaron a un punto muerto cuando el sindicato cuestionó la proliferación enormemente desigual de los salarios propuestos dentro de cada una de las múltiples categorías laborales, una proliferación que en opinión del sindicato no cumplía con las normas gubernamentales. Con las negociaciones en un impasse, el sindicato presentó una notificación de huelga según los requisitos legales y los miembros de SBNIP – en representación de la mayoría de los trabajadores sindicalizados de la fábrica – cesaron de trabajar el 21 de setiembre y ocuparon de manera pacífica la planta para garantizar que no salieran productos de la fábrica.
La compañía respondió proclamando la ilegalidad de la huelga y ordenando que el personal volviera al trabajo. Durante la huelga los trabajadores y trabajadoras recibieron llamadas telefónicas y dos cartas – cartas de la empresa – que Nestlé ahora afirma fueron citaciones legales.
A medida que aumentaban las tensiones, los trabajadores abandonaron las instalaciones de la fábrica el 26 de setiembre, ocuparon brevemente el campo de fútbol (dentro de los terrenos de la fábrica) y luego se retiraron de la misma en señal de buena fe para las negociaciones fijadas para el próximo día.
Sin embargo, al día siguiente, luego que el sindicato anunciara que el retorno al trabajo dependía del resultado de la negociación, la dirección de Nestlé no se presentó a la reunión programada.
Luego de este provocador rechazo, la huelga se reanudó el 28 de setiembre, y el sindicato presentó una solicitud para una eventual extensión de la medida de huelga si fuera necesario.
La huelga atrajo suficiente atención en los medios para que una delegación provincial llegara a Panjang el 3 de octubre y solicitara reunirse con miembros del sindicato dentro de la fábrica. La dirección de Nestlé rechazó esa solicitud.
La mañana del 5 de octubre, el Departamento de Trabajo local llamó a SBNIP y a la dirección de Nestlé a mediar pero la empresa envió a representantes de menor grado que no estaban autorizados a tomar decisiones en el proceso de mediación. El sindicato había considerado la mediación como una oportunidad para dejar en claro que no podía firmar un acuerdo cuyas disposiciones eran incompatibles con las recomendaciones gubernamentales y, por lo tanto, potencialmente ilegales. En esta mediación, el sindicato aceptó finalizar la huelga a las 13 horas del mismo día y se preparó un memorando que fue atestiguado por el Departamento de Trabajo y firmado por el presidente sindical, Eko Sumaryono y el representante empresarial de Nestlé. Es importante destacar que en la referencia que se hace en este documento a la huelga del 21 de setiembre al 5 de octubre no se la describe como “ilegal”.
La huelga finalizó a las 13 horas según el acuerdo y en dos llamados telefónicos entre el sindicato y la dirección de Nestlé ocurridos a las 18:27hs y las 19:52hs, se decidió reunirse a la mañana siguiente, 6 de octubre, a fin de discutir finalmente la firma del convenio colectivo. Pero, desde las 22hs del 5 de octubre la dirección de Nestlé inició el despido masivo de miembros sindicales.
El 5 de octubre, cuando la huelga finalizó según lo acordado, los miembros sindicales del segundo turno se presentaron a realizar sus funciones a las 14 horas y, aunque la empresa no reinició la maquinaria, ellos completaron su turno. Pero cuando los miembros sindicales llegaron para el tercer turno a las 22hs se vieron enfrentados por un cordón de guardias de seguridad en los portones de la fábrica, con policía antimotines a la espera dentro del terreno de la fábrica. Los guardias de seguridad llamaron por los nombres a los sindicalistas, les entregaron cartas de renuncia uno por uno y los despidieron. Las mismas cartas también fueron enviadas a sus hogares. Se emitieron docenas de cartas de despido el 6 de octubre.
Esta despiadada reacción de Nestlé se produjo después que el conflicto se había resuelto bajo los auspicios del Departamento Laboral y la huelga ya había terminado de acuerdo con el memorando oficial que empresa y sindicato firmaron. Más increíble aún es que, incluso después que el sindicato aceptara firmar el convenio colectivo, la dirección de Nestlé continúa con su despido masivo. Esta extrema mala fe por parte de la empresa revela la decisión de la compañía de aplastar al sindicato con independencia de que el conflicto se esté resolviendo. Esto no se trató de la huelga – fue la culminación de cinco años de intentos, por parte de la dirección de Nestlé Panjang, de destruir a un sindicato que se atrevió a ejercer sus derechos de negociación colectiva. (Ver “Lo que Nestlé no desea que usted conozca: la verdad sobre la huelga en Panjang” [2])
A fin de demostrar su negativa a aceptar esta “renuncia” forzosa y masiva y para expresar su decisión de ser reincorporados, los sindicalistas injustamente despedidos cobraron el pago por despido que fue automáticamente transferido a sus cuentas bancarias el 5 de octubre e intentaron devolverlo a la empresa. El 7 de octubre, cuando representantes de sindicato y empresa fueron llamados a reunirse, por una comisión parlamentaria local, los representantes sindicales entregaron el dinero del despido. La dirección de Nestlé – que quedó sin palabras ante esto – rehusó aceptarlo y se retiró.
Delegados sindicales en la Conferencia Regional UITA-A/P (Bali, Indonesia 18 al 20 de octubre del 2011) llevaron una resolución de emergencia sobre violaciones de derechos sindicales en Nestlé Panjang (Indonesia) y Nestlé Kabirwala (Pakistán). La foto muestra a los delegados protestando contra Nespresión que realiza despidos masivos en Panjang y levanta falsos cargos criminales contra dirigente sindical de Pakistán.
La huelga en Panjang fue una respuesta comprensible a años de lucha en favor del derecho a formar un sindicato independiente y entablar una negociación colectiva significativa con una de las compañías más poderosas del mundo. La dirección local de la empresa alimentó, deliberadamente, frustraciones acumuladas, urdiendo una serie de acontecimientos que pretende aprovechar para socavar años de lucha en un país donde aún se les deniega a los trabajadores sus derechos fundamentales.
Nespresión acosa a Pakistán
Tan pronto Nestlé expandió su planta de Kabirwala, Pakistán en el año 2007 para convertirse en la mayor fábrica receptora de leche del mundo, su dirección comenzó a intentar socavar al sindicato y atacar a su enérgico y efectivo presidente, Mohammad Hussein Bhatti, quien fue suspendido en junio 2007 por oponerse a la interferencia de la empresa en las elecciones sindicales. (ver Pakistán: la empresa interfiere en las elecciones sindicales, despide al presidente sindical y viola las ordenes judiciales [3]. Nestlé fue obligada a cejar en su intento y Bhatti fue reincorporado.
Pero la presión sobre el sindicato continuó y ha llegado a un punto crítico, estimulada por la decisión del sindicato de abrir su afiliación a los numerosos trabajadores/as con contrato a término que hay en la planta y a ayudar a 250 trabajadores/as subcontratados a convertirse en empleados permanentes – de acuerdo con la ley - iniciando acciones judiciales ante la Corte Laboral. Bhatti y la afiliada de UITA, la Federación nacional de trabajadores de la alimentación, bebidas y tabaco brindan un importante apoyo a la lucha Casual-T en la fábrica de té Unilever Lipton en la cercana Khanewal – parece que la dirección local de Nestlé ha decidido resistir demandas similares en favor de la finalización del abuso de acuerdos de empleo precario.
Si bien la corte emitió órdenes cautelares prohibiendo a la empresa cambiar la situación de los trabajadores contratados hasta que los casos sean decididos, la empresa rescindió muchos contratos laborales y organizó, con fines de provocación, una ‘visita’ a la fábrica para nuevos trabajadores subcontratados – creando la impresión de que ellos reemplazarán a aquellos que están luchando por cargos permanentes luego de años de empleo precario.
En lugar de aceptar el reclamo del sindicato de negociar la categoría de empleo de los trabajadores eventuales en esta planta de “nivel mundial”, la empresa ha intentado movilizar a la opinión local contra el sindicato y su presidente y ha fomentado una serie de incidentes y provocaciones que involucran el levantamiento de falsos cargos (posteriormente desestimados por la corte) e incitando a organizaciones religiosas extremistas a atacar al sindicato. El 10 de octubre, el presidente sindical Bhatti fue detenido por personal de seguridad a la entrada de la fábrica y se le informó que estaba suspendido por cuatro días y, desde entonces, fue suspendido repetidas veces, por períodos de cuatro días.
¡Detengan la Nespresión!
Digan a la dirección de Nestlé en Vevey que la dirección local de Panjang debe reincorporar, en forma incondicional, a los miembros despedidos de SBNIP y entablar negociaciones de buena fe que han sido postergadas demasiado tiempo! La empresa de Pakistán debe revocar la suspensión del presidente sindical Bhatti, dejar las provocaciones, intimidaciones y despidos de miembros y dirigentes sindicales, y entablar negociaciones de buena fe con el sindicato Kabirwala.
¡ [4]Pulse aquí [1] para enviar un mensaje a Nestle!