En respuesta a una serie de huelgas y manifestaciones por parte de la central sindical nacional de Túnez UGTT y condenas internacionales de los violentos ataques contra los militantes sindicalistas, el gobierno empezó dos días de negociaciones intensivas que acabaron en una reunión de acuerdo que respondía a las demandas principales del sindicato. La UGTT pues revocó la convocatoria a una huelga general el 13 de diciembre.
El gobierno aceptó la creación de una comisión mixta encargada de investigar sobre los ataques violentos contra la UGTT por milicias progubernamentales con el fin de responder con una manera adaptada a las recomendaciones de la comisión de investigar y de perseguir a las personas y las organizaciones que participaron en la violencia del 4 de diciembre. [1]