Como parte de su campaña, ‘Mejores empleos para mejores aves’ (‘Better jobs 4 better chicken’), la National Union of Workers (NUW) de Australia efectuó una reciente encuesta referida a la seguridad a 1.000 trabajadores/as de la industria avícola. El 62% de los trabajadores/as avícolas recibieron menos de 2 horas de adiestramiento en la pertinente manipulación manual, en tanto que 37% manifestó que no habían tenido entrenamiento alguno. El 40% de los trabajadores/as señalaron que no recibieron adiestramiento en manipulación de alimentos. Uno de cada cinco trabajadores/as fue objeto de intimidaciones estando de servicio en la industria avícola. El 37% se vio afectado por lesiones en el trabajo, pero solamente la mitad de esa cifra llenó reclamaciones de indemnización. Por lo pronto la Australian Competition and Consumer Commission (Comisión Australiana para la Competencia y el Consumidor) comprobó que Baiada, uno de los mayores procesadores de pollos de Australia, estaba engañando al público cuando describía como de ‘libre desplazamiento’ las prácticas de cría de pollos que utiliza. Baiada también tiene antecedentes de maltrato a los trabajadores/as, donde la fatiga laboral, la intimidación y las lesiones son demasiado comunes. Lea el artículo previo aquí. [1]