El sindicato en la fábrica Cadbury de Mondelez Pakistán continúa su movilización en apoyo de las reivindicaciones para la negociación colectiva sobre la situación del creciente número de trabajadores eventuales, realizando dos protestas por semana. La gerencia se niega inflexiblemente a considerar la situación abusiva de estos trabajadores –a los cuales denomina "personas ajenas"— mediante las negociaciones.
La fábrica instaló nuevo equipamiento para incrementar la capacidad productiva, pero siguen habiendo 50 trabajadores permanentes. Actualmente hay 525 trabajadores contratados sin seguridad laboral y con salarios y beneficios inferiores, de los cuales más de 200 ocupan puestos primordiales en la elaboración.
El 7 de noviembre, el sindicato combinó la reunión de su órgano general con una protesta frente a los portones de la fábrica, donde Khaista Rehman, el secretario general adjunto de la federación de trabajadores de la alimentación –afiliada a la UITA– aseguró a los miembros el continuo respaldo de la federación y su disposición a organizar otra ronda de acciones de protesta a escala nacional.