Los sindicatos de todo el mundo se movilizarán nuevamente el 28 de abril, cada uno a su manera, para poner de relieve las 360.000 víctimas en lugares de trabajo y 2 millones de muertes debidas a enfermedades profesionales. El 28 de abril, como cualquier otro día, alrededor de 960.000 trabajadores/as se verán lesionados en un accidente laboral y cerca de 5.300 morirán a causa de enfermedades relacionadas con sus trabajos.
Flanqueados por un pelotón de consultantes y propagandistas, los empleadores promueven cada vez con mayor frecuencia la mentira de que los trabajadores/as son culpables por esta epidemia de enfermedades y muertes. ‘Los programas de seguridad basados en el comportamiento’ inicialmente desarrollados por la industria estadounidense de seguros, más tarde refinados por el gigante de la industria química DuPont ("Vivir Mejor Mediante la Química"), procuran desviar la atención de la organización del trabajo, materiales y jerarquías de tiempo y espacio, a fin de buscar la fuente de culpa en el propio trabajador. Según este esquema, es el comportamiento inseguro, y no los riesgos del lugar de trabajo, los que son la raíz de esta masacre diaria.
Se traslada la responsabilidad del riesgo a la persona: "La seguridad es asunto de todos". Según este esquema no es necesario un amplio programa de salud y seguridad en el lugar de trabajo, ni tampoco un comité sindical de salud y seguridad que habilite a los trabajadores/as a identificar los riesgos y a trabajar mediante su sindicato para eliminarlos. Los accidentes son lapsos individuales; lo importante es cumplir con el deseado objetivo ‘accidente cero’. Las primas están vinculadas al nivel de accidente cero y se estimula a los trabajadores a buscar tratamiento medico individual fuera de los esquemas de protección profesional. Los empleados pueden ser inspeccionados a nivel medico para identificar su supuesta propensión a un ‘comportamiento inseguro’.
En el periodo previo al día internacional del trabajador de este año, se han producido, como siempre, una sucesión de accidentes fatales con muchas víctimas en las empresas – fábricas, minas, plantas de construcción – que exhiben sus credenciales de ‘accidentes cero’. Muchas de las prácticas ‘de accidentes cero’ descritas anteriormente se encuentran en vigor en los lugares de trabajo Nestlé, solas o combinadas. En su última edición de "Informe sobre Creación de valor compartido" Nestlé declara que "la seguridad no es negociable". Como con tantas otras cosas, Nestlé nuevamente se equivoca. La seguridad debe ser continuamente negociada, porque surgen nuevos riesgos con cada cambio en el proceso de producción, y el cambio es continuo. Además la negociación requiere sindicatos fuertes en todos y cada uno de los lugares de trabajo.
Encontrarán amplia información global, en los idiomas originales, sobre la actividad sindical para el 28 de abril en la página web de Riesgos [1] RU. Como nuestra contribución, la UITA desea proponer este año un contraataque mundial contra la insidiosa doctrina de ‘seguridad basada en el comportamiento’. Es hora de dejar de culpar a las víctimas y comenzar a aseverar la absoluta primacía de la responsabilidad empresarial por la salud y seguridad en el lugar de trabajo. Los accidentes cero pueden matar.