La Federación International de Lechería, FIL, celebró su Cumbre Mundial de la Leche, de carácter anual, en Auckland (Nueva Zelanda), del 8 al 11 de noviembre del 2010.
Asistieron 2.200 delegados provenientes de más de 70 países, quienes representaron principalmente a compañías lácteas, de envasado, de ingeniería y servicios financieros, institutos de investigación, organismos gubernamentales responsables de la regulación y supervisión y un gran número de productores de leche de Nueva Zelanda en su mayoría.
James Ritchie, Secretario Nacional de la organización sindical de trabajadores de productos lácteos de Nueva Zelanda, participó en este evento como el único representante del ámbito laboral.
La temática de la conferencia fue la “sustentabilidad” y se realizaron simultáneamente numerosas sesiones de debate durante los 4 días. James Ritchie asistió a las sesiones sobre economía y políticas lácteas. Otras sesiones se centraron en la cría del ganado, la ciencia láctea, la nutrición y la salud, la comercialización, la integridad de los productos y tecnologías de elaboración.
El Presidente de la FIL, Richard Doyle, resaltó la labor de la Federación a lo largo de un “espectro de sustentabilidad” y comentó que aunque la FIL llevaba a cabo trabajos de gran amplitud sobre nutrición, cambio climático, medio ambiente, biodiversidad, bienestar animal e inocuidad de los alimentos, no había emprendido aún tareas sobre normas de trabajo y seguridad de los trabajadores y trabajadoras.
Los derechos de los trabajadores no estuvieron en el orden del día de los dirigentes ni de los delegados ante la conferencia, habiendo sido las perspectivas laborales casi exclusivamente los puntos de vista de los empleadores y del mercado. Con una atmósfera animada, era como si la crisis financiera internacional y los resultantes problemas globales de deuda y desempleo fueran tan sólo un paréntesis en el avance necesario e inexorable de la liberalización de los mercados. La miseria impuesta sobre millones de habitantes del mundo por los imprudentes mercados financieros fueron vistos como una oportunidad para las CTNs de productos lácteos, en la medida que atraerían las finanzas hacia alimentos básicos de contenido proteico en una pugna competitiva de precios en alza con la finalidad de asegurar el abastecimiento de alimentos.
La “sustentabilidad”, un término recogido por la industria para asegurar la longevidad del modelo agro-empresarial, si bien con grandes inversiones en tecnologías para reducir las emisiones de carbono y una comercialización agresiva, fue parte integral de esta Cumbre. Las medidas de sustentabilidad ambiental son esenciales para la industria pero, en este marco estructural, dichas medidas son solamente accionadas por las señales en el mercado de los clientes y consumidores, más que por cualquier preocupación por la sustentabilidad de los ecosistemas y las comunidades. El trabajo decente y la sustentabilidad de las comunidades rurales no figuraron en las actas de la conferencia, excepto por una exposición del Consejo Lácteo de India con un fuerte tema sobre desarrollo rural.
Recomendaciones
James Ritchie formuló las siguientes recomendaciones:
1. La UITA debe efectuar un acercamiento formal con la FIL a fin de entablar un diálogo importante sobre el establecimiento de normas laborales avaladas por la FIL, incluyendo la salud y la seguridad.
2. Es muy oportuna la estrategia de la UITA con el objeto de emprender un debate en la OIT sobre normas laborales en la cadena de abastecimiento lácteo y se deben ejercer todas las influencias posibles para que la OIT agende este debate.
3. La labor de la OIT referida al desarrollo rural para la reducción de la pobreza debe ser consciente de la evolución en la industria láctea, ya que la industria es a la vez una oportunidad y una amenaza para los crecientes ingresos en las zonas rurales. En este sentido, el enfoque desarrollista emprendido por el Consejo Lácteo de India es muy encomiable y debe ser tenido en cuenta por la OIT y la FAO.
4. Nestlé, Fonterra, Danone, Friesland Campina y Arla son compañías decisivas en la cadena mundial de abastecimiento lácteo y esto debe ser considerado por la división láctea de la UITA al establecer prioridades. Algunas compañías lácteas de EE.UU., tales como Dairy Farmers of America y Schreiber, son gigantes dormidos en la cadena mundial de abastecimiento y deben ser supervisadas cuidadosamente en sus maniobras expansionistas.
5. La tendencia hacia la profundización financiera de la industria láctea es una amenaza importante para los productores y los derechos de los trabajadores, así como para los ingresos. La UITA debe seguir de cerca las acciones especulativas en los mercados lácteos internacionales y alertar a las afiliadas acerca de aquellas acciones que tienen el potencial de destrozar partes de esta industria de la cual dependen las personas para su sustento.
El informe completo sobre la conferencia (solamente en idioma inglés) puede ser descargado aquí. [1]